viernes, 9 de diciembre de 2011

Artes Visuales: recomendaciones de películas

Para los alumnos del Profesorado en Artes Visuales, esta lista de películas que tienen como personajes e historias a la docencia y el arte, unas, y a la vocación artística, otras.




El mural
ORIGEN: México, Argentina.
DIRECTOR: Héctor Olivera.
DURACION: 110 Minutos


El muralista mexicano, David Alfaro Siqueiros (Bruno Bichir), llega al país en los años treinta para exponer y dar un conferencia en la Asociación Amigos del Arte y con el deseo de pintar un mural con temática revolucionaria en un gran silo de granos ubicado en La Boca. Pero el clima político imperante en la Argentina de la época, de neto corte nacionalista, le impide llevar a cabo su sueño y frustra sus conferencias.

El millonario Natalio Botana (Luis Machín), poderoso editor del diario Crítica y amigo del Presidente de la Nación Agustín P: Justo (Luis Campos) le propone colaborar en el flamante Suplemento Cultural del diario y también pintar un mural en el sótano de su quinta Los Granados, una gran mansión ubicada en las afueras de la ciudad. Luego de una duda, Siqueiros acepta el trato y llama a su mujer, Blanca Luz Brum (Carla Peterson), que había quedado en Montevideo.

La presencia en Los Granados de esta bellísima poeta uruguaya provoca la reacción de Salvadora Medina Onrubia (Ana Celentano), la contradictoria esposa de Botana. Sus celos, los constantes enfrentamientos conyugales y la mala relación que tiene con sus hijos contribuyen a crear un clima de gran tensión en la casa.

Hasta la conclusión del Ejercicio Plástico, como Siqueiros llamará a su mural, se desarrollará un escenario de amores cruzados y tragedias familiares.


Director: Víctor Erice
Intérpretes: Antonio López, María Moreno


Esta es la historia de un artista (Antonio López) que trata de pintar, durante la época de maduración de sus frutos, un árbol -un membrillero- que hace tiempo plantó en el jardín de la casa que ahora le sirve de estudio. Antonio López pinta con un estilo que, basado en la exactitud, puede denominarse realista.
A propósito de este hecho, algunas de las cuestiones más elementales que, de manera inmediata, se pueden plantear son las siguientes: quién es el artista, qué es lo que pinta, y cómo lo hace. La diferencia con otros estudios es que, en este caso, lo hace, y éste es un detalle fundamental, ante un equipo de cine, provisto de una cámara y un magnetófono, que trata de recoger las imágenes y los sonidos de este suceso. Es así como, en este caso, la pintura y el cine entran en relación.
La película da cuenta de esa experiencia y, a la vez, de todo aquello (el paso de los días, la rutina cotidiana de personas y cosas...) que gravitan sobre esa casa y ese jardín. Un espacio y un tiempo -otoño de 1990- donde el artista trabaja y los frutos del árbol llegan al momento de su máxima experiencia. Trata de buscar una relación menos evidente entre la pintura y el cine, observados ambos en lo que tienen de instrumento de captura de lo real; es decir, como formas distintas de llegar al conocimiento de una posible verdad.

Especial: películas recomendadas

La siguiente selección de películas, recomendadas para los estudiantes de Educación Especial, presenta un eje temático en común: la discapacidad.

"Yo soy Sam." 
EEUU. 2001. 132 min. Color
Dirección: Jessie Nelson.
Guión: Kristine Johnson & Jessie Nelson.
Intérpretes: Sean Penn, Michelle Pfeiffer,  Dakota Famming

Sinopsis: Sam (Sean Penn) es un discapacitado mental -síndrome de Down, algo de autismo- con la inteligencia de un niño de siete años que vive feliz junto a su hija, Lucy (Dakota Fanning), ya que su mujer lo ha abandonado . Todo el tiempo que le deja libre su trabajo en una cafetería lo ocupa en educarla. La vida transcurre con tranquilidad pero Lucy ya ha cumplido siete años y empieza a ser más lista que su padre. Las autoridades piensan que su padre puede frenar su crecimiento intelectual y deciden que estará mejor con unos padres adoptivos que la puedan educar en un ambiente tradicional. Pero Sam no se rendirá y buscará  ayuda .


 

A ciegas. Blindsight
2006. RU. 104 min.
Dirección y guión: Lucy Walker.


Sinopsis. Un documental que con el sobrecogedor telón de fondo del Himalaya, narra la fascinante aventura de seis adolescentes tibetanos que se propusieron escalar el Lhakpa Ri de 7.045 metros de altura, situado en la cara norte del Monte Everest. Este peligroso viaje se convierte en un desafío aparentemente imposible. Más aún si tenemos en cuenta que estos jóvenes son ciegos. Considerados por muchos tibetanos como poseídos por demonios, los chicos son rechazados por sus padres, despreciados por sus aldeas y marginados por la sociedad. Pero la educadora y aventurera ciega Sabriye Tenberken, fundadora de la primera y única escuela para invidentes del Tíbet, junto con el famoso escalador también ciego Erik Weihenmayer, ayudará a estos jóvenes a superar sus enormes dificultades y les animará a llegar mucho más allá de lo que jamás hubieran imaginado.

EEUU. 2003. 109 min.
Dirección: Mike Tollin.
Guión: Mike Rich.
Interpretes: Ed Harris (Harold Jones), Cuba Gooding Jr. (Radio)


Sinopsis: Es un cuento dramático inspirado en los sucesos reales basados en la relación entre un entrenador de fútbol de instituto y Radio (Cuba Gooding Jr.), a quien su madre describe como «igual a todo el mundo, sólo un poquito más lento que la mayoría», y como su relación cambia totalmente las clasistas actitudes de un pequeño pueblo de Carolina del Sur. Apodado ‘Radio’ por su famosa colección de radios y su amor por la música, empuja su carrito arriba y abajo de las calles. Él no habla con nadie y es raro que alguien se dirija a él, hasta que un día, el entrenador Harold Jones (Ed Harris), uno de los hombres más respetados del pueblo, y entrenador del popular equipo de fútbol del instituto, se hace amigo suyo. Poco a poco, el entrenador Jones se gana la confianza de Radio y abre un nuevo mundo ante él. Le invita a ayudar en los entrenamientos y durante los partidos, y a sentarse durante sus clases en la escuela, a pesar de las desavenencias iniciales con la directora Daniels (Alfre Woodward).

Anita
Argentina. 104 minutos
Actores: Norma Aleandro, Leonor Manso, Luis Luque, Alejandra Manzo
Dirección y guión: Marcos Carnevale

Sinopsis: Anita, una chica que padece Síndrome de Down y vive con su madre en el barrio del Once. El 18 de julio de 1994 el atentado a la Mutual AMIA cambió su vida para siempre. Anita no entiende qué ha pasado, sólo recuerda que su madre salió a hacer un trámite y de pronto la tierra tembló. El ruido la asusta y decide salir de su casa, se pierde en la gran ciudad donde comienza una larga odisea. Ella no sabe qué ha sucedido, no sabe que la están buscando, no podrá comprender lo incomprensible.


2009. España. 103 min.
Dirección y guión: Álvaro Pastor y Antonio Naharro.
Interpretación: Lola Dueñas (Laura), Pablo Pineda (Daniel


Sinopsis. Daniel (Pablo Pineda), un joven sevillano de 34 años, es el primer europeo con síndrome de Down que ha obtenido un título universitario. Comienza su vida laboral en la administración pública donde conoce a Laura (Lola Dueñas), una compañera de trabajo. Ambos inician una relación de amistad que pronto llama la atención de su entorno laboral y familiar. Esta relación se convierte en un problema para Laura cuando Daniel se enamora de ella. Sin embargo, esta mujer solitaria que rechaza las normas encontrará en él la amistad y el amor que nunca recibió a lo largo de su vida.

Especial: Libros para las vacaciones

El objetivo principal de este Taller ha sido el de sembrar en ustedes, alumnos, la semilla de la lectura como hábito irremplazable.

Quiero dejarles una selección de libros que, además de los beneficios de toda buena lectura, les dejarán reflexiones y conocimientos sobre el mundo que ustedes han elegido: el de la educación especial .


Atravesando las puertas del autismo. Temple Grandin- Margaret M. Scariano. Editorial Paidós. 1997

"Este libro relata paso a paso la lucha sostenida por una autista -Temple Grandin- quien, apoyada por el amor de su familia y sus amigos, logra recuperarse de su afección.
La capacidad de Temple para explicar sus procesos mentales y comunicar los sentimientos de aislamiento, desamparo y ansiedad que experimentan los autistas y sus familias permite al lector perder el temor a esta afección -acerca de la cual no existe en la literatura este tipo de testimonio directo- y a los científicos, comprender los innegables vínculos que existen entre la neurología, la empatía y el altruismo".




El curioso incidente del perro a medianoche. Mark Haddon. Editorial Salamandra. Barcelona, 2004
"Planteada como si de una novela policíaca se tratase, El curioso incidente… comienza con el asesinato de un perro, y Christopher, el niño protagonista, se propone resolver el caso. Ésto, que a primera vista puede resultar típico, es tan sólo la excusa que Mark Haddon utiliza para hablar de la vida en general y de los seres humanos y sus emociones en particular. Christopher sufre del síndrome de Asperger, un trastorno relacionado con el autismo, aunque no se dice en ningún momento de la trama.
El autor trabajó en su juventud con niños autistas, y utiliza todo lo aprendido para desarrollar el personaje principal, un niño apasionado por la lógica, la física, las matemáticas y, en definitiva, todo aquello que pueda ser explicado, demostrado o predecible. En su curiosa concepción del mundo, Christopher Boone establece determinadas reglas que le hacen la vida más fácil. Considera que ver pasar cinco coches rojos seguidos significa un día super bueno, cuatro coches rojos, un día bueno y, tres coches rojos, bastante bueno. Pero cuatro coches amarillos seguidos significan un día negro, lo que significa que no hablará con nadie ese día, solo leerá y no correrá riesgos. Éste es sólo un ejemplo del complejo mundo de Christopher, que utiliza la lógica deductiva y las fórmulas matemáticas para afrontar las emociones propias o las del mundo de los adultos, que no llega a comprender. No miente jamás porque no entiende las mentiras, al igual que es incapaz de expresar algo que no haya vivido. No entiende las metáforas, no come nada que sea marrón o amarillo, no sabe interpretar las emociones en un rostro, no soporta que le toquen, ni que se muevan los muebles de sitio, y gime y grita cuando se encuentra en lugares con mucha gente"



La campana bajo el agua. Pipo Pescador. Editorial El narrador, 2008

"El ser ideal es el que logra comunicarse y dar lo mejor de sí a los otros, no el que está facultado naturalmente para hacerlo, porque sabido es que hay oyentes que no oyen, videntes que no ven y válidos que se comportan como inválidos cuando se trata de ayudar a los demás." Pipo Pescador


La casa sin ventanas -Escenas de la vida de un chico autista-. Pipo Pescador. Editorial El narrador, 2010

"Es verdad que el esfuerzo de muchos por lograr la inclusión de los niños con discapacidad en la escuela convencional ha dado sus frutos. Ya nadie se asombra cuando aparecen compañeros "diferentes" en clase. Lo que falta ahora es incluir a los chicos comunes en el complejo mundo de la discapacidad. Este libro intenta lograr que los lectores se familiaricen con algunas características generales del autismo, que pone tapias a las ventanas que miran al mundo exterior."
 

 

María Caracolito.  Enrique Fischer (Pescador Pipo). Editorial El narrador, 2008
"María Caracolito
fue declarado de Interés para la Humanidad por la UNESCO. La protagonista es una nena con Síndrome Down que tiene sueños y curiosidad por el mundo como todos los demás chicos. El libro es una especie de diario de vida, que recoge experiencias cotidianas de la protagonista, a través de un conjunto de relato breves, y poemas. El punto de vista del narrador es sumamente cálido, afectuoso, pero sin caer en el registro compasivo. Los textos van acompañados de fotografías de la niña jugando, comido, riendo, como todos los chicos. Una apuesta interesante y poco común en el campo de la literatura infantil y juvenil".



 

Arte: Libros para las vacaciones

Siempre he querido que este Taller sea, antes que nada, un espacio para la toma de conciencia acerca de la necesidad -innegable- de incorporar la lectura al hábito de la vida. Un libro no solo es un vehículo para borrar los fantasmas del lenguaje (la mala ortografía, la deficiente redacción, el escaso vocabulario, la oralidad ineficiente) sino que constituye la mejor manera para fomentar el pensamiento, la imaginación y la cultura general, aspectos todos sumamente valiosos en el quehacer docente.

He aquí una serie de recomendaciones "libreras" para los amantes del arte y la docencia:


"Diego y Frida". Le Clezio, Jean - Marie Gustave. Editorial Emecé, 2009

"Diego y Frida cuenta la tormentosa y apasionada historia de una pareja fuera de lo común. El primer choque de miradas, el dolor y la soledad de Frida, acosada por la enfermedad y la desgracia, la fe en la revolución, el encuentro con Trotski y Breton, la aventura americana, el papel de ambos en la renovación del mundo del arte... Diego es para Frida el niño todopoderoso que su vientre nunca podrá albergar; Frida es para Diego la mujer tocada de la magia amerindia."



"Leonora". Elena Poniatowska. Editorial Seix Barral, 2011
No es la primera vez que Elena Poniatowska retrata como nadie a una mujer excepcional. La increíble vida de Leonora Carrington es, en sus manos, una novela apasionante, una aventura, un grito de libertad y una elegante aproximación a las vanguardias históricas de la primera mitad del siglo XX.
"Ante todo, Leonora es una novela. No es ni una crítica de la pintura de Leonora Carrington, ni una biografía. Es una obra basada en conversaciones que sostuvimos durante múltiples entrevistas, en los libros de la propia Leonora y en los que se han escrito sobre ella..."
"Leonora no es sólo un acto de amor sino también un homenaje a la vida y a la obra de esta mujer que ha hechizado a México con sus colores, sus palabras, sus delirios, sus arranques, sus historias. Trajo a nuestro país todos los recuerdos de sus vidas anteriores, todos los paisajes, los caminos bajo las acacias, todas las verduras que en México no se comían como los salsifis, las envidias, las alcachofas..." Elena Poniatowska

Textos argumentativos

Escribir un texto argumentativo implica no solo expresar una opinión sino saber defenderla, argumentarla y sostenerla. Argumentar es manejar el arte de la persuasión, es convencer al lector; y no se trata de imponer una idea sino de conducir al receptor hacia una actitud reflexiva.

Los alumnos de la cátedra ejecitaron sus dotes persuasivas, escribiendo textos argumentativos que giraron en torno a los temas más diversos: la televisión argentina, los beneficios de la lectura, la educación formal, la ortografía, entre otros.
A continuación, una selección de algunos de esos textos.




Razones para no leer.
                                    por Silvina Maidana

Señores:
          si les quedaba alguna duda sobre que la lectura es algo innecesario para nuestro desarrollo y, en general, para nuestra vida, aquí  les dejo algunos ítems para que terminen de convencerse:

-Incorporarán un lenguaje fluido y formal, por lo cual sus amistades, los miraran raro ya que no comprenderán muchos de sus comentarios.

-Incrementarán un alto nivel de expresión  escrita, en consecuencia sus informes y notas de trabajo serán totalmente brillantes. Por lo tanto sus jefes los odiaran en secreto.

-Ampliarán sus conocimientos y horizontes. Lo que les permitirá estar al tanto de lugares, personajes y sucesos importantes de la historia. Por lo cual dejarán de interesarles los productivos y culturales programas de chimentos de la tres de la tarde.

-Desarrollarán su capacidad de crítica, y dudarán de la veracidad de muchas de las noticias proporcionadas por los medios de comunicación, en consecuencia tendrán una necesidad imperiosa de remitirse a otras fuentes para comprobar, si son verdaderas o falsas. Esto implica una pérdida innecesaria de tiempo, el cual podría invertir en Facebook.

-No tolerarán escribir: palabras cortadas o mal abreviadas, con errores de ortografía y obviando signos de puntuación, por lo tanto sus mensajes de textos serán largos y aburridos.

Por último mis estimados amigos: “el hábito de la lectura los mejorará, como personas y seres humanos; como así también lo hará con sus relaciones interpersonales; ampliarán sus horizontes, desarrollarán su capacidad de pensar y de expresión: tanto escrita como oral; les permitirá: dudar, criticar, explorar, crear un mundo propio, reír, llorar , huir del ruido, refugiarnos, soñar. Y por sobre todo los hará hombres libres”.

Sean obsecuentes, no perjudiquen nuestro querido sistema que globaliza la información, unifica y clona cerebros. Que solo tiene como único objetivo beneficiar a algunos pocos, que se llenan los bolsillos con nuestra  estupidez.

¡”No sean  ignorantes, NO LEAN”!




                                “Las montañas en el horizonte”
                                                                       por Tania Carbonara

Ese es el reto, de eso trata la lectura y su ejercicio. La lucha de escalar por sobre nuestra pereza y llegar a ese más allá que es el conocimiento. La lengua. El enriquecimiento del vocabulario crece a la par del espíritu, y es el lenguaje, una o la mayor herramienta de la que se puede disponer al abrirse camino en la vida. Ya sea para argumentar la defensa o ataque de un ideal, para abrazar al enemigo y encantarlo, o sentir el viento que te despeina en la melodía de la rima rematada con palabras justas en un poema, en la sucesión certera de versos y oraciones.
De tantas cosas está compuesta la vida. Casas apretadas bajo sospechas de embrujos y besos tuyos que nos aniquilan.” - canta un viejo poema.
Pero no solo de poesía y prosa se alimenta el humano (ni todo lo que está escrito es comida). De hecho el problema consiste en que el humano no se alimenta de ello, si no que más bien aquella pereza que se menciona al principio del texto es lo que lo ha engordado mientras los libros van juntando polvo y oscuridad a la sombra del olvido.
Cabe aclarar que, así como hay comida más y menos saludable, existe lectura que equivale a comerse una hamburguesa grasosa. No escribo aquí para denunciar o impartir lo que está bien o mal, qué sería una buena o mala lectura, qué es ensalada y qué un súper pancho. Pero si hablamos de lectura como medio para un fin podemos decir al menos, que así como hay lecturas constructivas, hay otras que solo fomentan e inspirar vanidad, y lecturas informativas que en muchos casos sólo siembran saña, temor, o desinformación por beneficio propio o ajeno. Entonces : hay que abrir el ojo, y sobre todo “el tercer ojo”, el que nos va a llevar a un lugar más allá del autoconformismo y de la comodidad de nuestro sillón. Hay lectura que invita a soñar, a vivir sumergido en el fuego de la vida. Pensemos en ella como herramienta de entendimiento y de cambio. De entendimiento del yo, de entendimiento del contexto que nos rodea y a través del lenguaje poder hermanarnos con la palabra y foguear el cambio.
Si vamos a un nivel más profundo, podemos dejar la lectura verbal y pasar a la lectura de los signos, que resulta igual de rica y vasta, signos que están presentes y palpitando a cada paso, en películas, en la calle y la arquitectura o los carteles; en las personas y sus gestos, la intencionalidad de sus palabras. Esta lectura la llevan adelante muchísimas personas diariamente y por lo general hasta sin darse cuenta. Para otros, es imposible siquiera comprender lo que profesa este texto. Esto es lo que hace a la diferencia entre una persona que imparte su tiempo en la lectura y otra que mira y se contenta con programas vacíos en un canal de aire u ojea revistas de vedettismo.
Debemos ahondar, nadar en las palabras.. y consumirnos con ellas.-





                       Cabaret argentino:
                                 Apto para mayores de cualquier edad.
                                                                                    por Suyai Slootmans

¡¡¡Buenaaass noches América!!! Bienvenidos a todos los televidentes de este show. Como siempre, hoy tendremos un programa muy especial, con mucho humor, no siempre del mejor gusto, estrellas en franca decadencia, groserías e insultos para disfrutar en familia.
Estos parecen ser los principales ingredientes a los que más se recurren para lograr el raiting y la atención popular. Podemos decir que la televisión de un país es una especie de espejo en la que se refleja la sociedad. La suciedad también. De esta manera, podemos encontrar de todo al encender el televisor.
Hay que reconocer que existe la televisión de calidad. Numerosos programas que se ocupan de la música, la literatura, el arte en general, la historia, la filosofía y los temas políticos. En fin, programaciones destinadas a los intereses de una población diversa.
Sin embargo, llama la atención que los programas más vistos sean los que se basan en las agresiones, la violencia y las imágenes de alto contenido erótico. ¿A nadie sorprende, por ejemplo, que no se respete el horario de protección al menor? Algunos podrán decir que al que no le guste cierto contenido, es libre de apagar el artefacto. ¿Pero no tenemos el derecho de reclamar para nuestros niños una televisión sana?
El horario de protección al menor se transformó en una realidad virtual, en donde lo único que cambia desde las 21 a las 22 hs es un cartel que avisa: “finaliza el horario apto para todo público”.
 
 

sábado, 4 de junio de 2011

Gaby Brimmer: la grandeza de una historia real

Otra de las lecturas en las que comenzamos a adentrarnos desde el Taller, es "Gaby Brimmer", de Elena Poniatowska. Un libro ideal no sólo para el Profesorado de Enseñanza Especial sino para todos los docentes que necesitemos reflexionar sobre la importancia de una verdadera educación inclusiva.





"Algo que me ha servido mucho a lo largo de mi existencia, es el estar bien conciente de las cosas que puedo hacer y de las que no, por ejemplo: sé que no puedo correr, pero con mi pensamiento puedo volar en fracción de segundos al más distante de los lugares; se me dificulta hablar, pero mis libros, mis cartas y mis poesías hablan mucho por mi; mis manos tal vez no puedan hacer una caricia y sin embargo he sabido amar como mujer, como madre y como amiga", palabras de Gaby Brimmer  

jueves, 2 de junio de 2011

Alumnos cronistas

La crónica es un formato textual donde coexisten la narración, la descripción y los comentarios o puntos de vista personales. Por ello, constituye un género ideal para expresar vivencias que necesitan ser dichas más allá que desde un lenguaje frío y objetivamente informativo. Tal es el caso de las prácticas escolares, ya que la construcción y la lectura de la crónica dan paso a la reflexión y autoevaluación de lo transitado.
Los alumnos de la cátedra han incursionado en este tipo de texto, bajo la consigna de plasmar sus primeras experiencias en el Tobar.
A continuación, presentamos una selección de estos textos.


                   La primera clase en el Tobar
                                                     por Suyai Slootmans
Me desperté sabiendo que ese día iba a marcar un cambio muy importante en mi vida, estuve toda la mañana sufriendo de nervios. Me imaginaba cómo iban a ser mis profesores, mis compañeros. ¿Qué tendría de distinto a la secundaria? Es difícil explicar esa sensación, mezcla de inmensa alegría con un profundo miedo al cambio.
Al mediodía mi estómago se cerró, impidiendo el paso de cualquier alimento, los nervios iban en aumento. Había escuchado muchas historias sobre los profesores, “son muy diferentes a los de la secundaria” me decían, “Ellos dan su clase, y si no entendés no te explican de nuevo”. Después de estar un rato jugando con la comida en mi plato, decidí que no iba poder comer nada. Me bañé y me quedé sentada esperando a que se hiciera la hora.
El reloj parecía no avanzar. A esta altura tenía un nudo en mi estómago que iba en aumento. Mi cabeza se llenó de dudas ¿Y si no era lo que yo esperaba?, ¿Y si no podía entender lo que me explicaban?
Por fin se hizo la hora. Tomé el cuadernillo y la lapicera, me llené valor y fui a ver de qué se trataba ese nuevo mundo.
Cuando llegué ya estaban algunos compañeros, y poco a poco fueron llegando algunos más. Esperamos y esperamos, pero el profesor no venía (yo sentía cómo el nudo de mi estomago crecía). “El profe de historia no viene” dijo alguien.
Como teníamos ese rato libre, fuimos con Leylén, una amiga de la secundaria; y Marisa, una chica muy simpática que conocimos en el propedéutico, hasta el supermercado a comprar algo para comer. Cuando volvimos, vimos que no había nadie en el aula. ¡Nuestros compañeros no estaban por ningún lado! Fuimos a preguntar a dónde se habían ido todos, y nos dijeron que la clase de teatro no se haría en el Tobar.

Cuando llegamos a la clase, ya habían comenzado. Jugamos a la mancha, y luego, en grupo de a dos, uno tenía que hacer de espejo e imitar todo lo que hacía su compañero, lo cual fue muy divertido.
Luego regresamos hasta el Tobar, ya era la última hora, teníamos matemática. Cuando salí, la cabeza me daba vueltas, parecía que iba a ser una materia difícil. Igual me fui contenta. Ya no tenía el nudo en mi estómago. El primer día de mi nueva vida estaba terminando y, a pesar de los nervios, fue un comienzo muy lindo.



         Un nuevo comienzo, una nueva historia.
                                       por Anastasia Ocampo Barbieri

Era un lunes, un 14 de marzo. Parecía un nuevo comienzo, ya que empezaba la facultad. Compañeros nuevos, materias extrañas, profesores desconocidos, todo raro. ¿Caería bien?, ¿qué pensarían de mí?, fueron cosas que se me ocurrieron mientras iba caminando.   Pero mucho tiempo para pensar no tenía, sólo el tiempo que me tomara caminar dos cuadras.

Llegué, atravesé ese portón blanco. Como es de costumbre, había llegado tarde. Un poco vergonzosa pregunté a una chica que estaba ahí dónde estaban los chicos del propedéutico. Una vez que me dijo, tomé rumbo hacia el principio de mi nueva historia.

Me topé con una puerta verde, con vidrios transparentes, y adentro, un montón de perfectos desconocidos. Haciendo el mayor silencio posible entré el aula y me senté en un banco que estaba libre. Allí me encontré con Rocío, una chica que conocía desde hace un tiempo. La saludé y hablamos unos segundos, eso me ayudó bastante a tranquilizarme.

Ese rato que estuvimos ahí se me hizo un poco aburrido, ya que no conocía a nadie, sólo hablaban de las formas de evaluación y, de a poco, los profesores se iban presentando .

Quería saber quiénes eran mis nuevos compañeros, si sabrían dibujar, qué tipo de personas eran, quería saber todo. Pero no tuve la suerte de conocerlos ese día, sino otro de la misma semana.


Ese mismo día, cuando finalizó la clase, nos dieron material para fotocopiar. Junto con Rocío fuimos a la fotocopiadora. Ahí, en ese lugar, ella saludó a una chica rubia con campera negra y una rasta. –Se llama Agustina- me dijo, -va a ir con nosotras-. ¡Por fin conocía a alguien más!

Una vez que terminamos de sacar las fotocopias, me despedí y me fui para mi casa.

Otra vez esas dos cuadras, que me hacían pensar y pensar un montón de cosas.

¿Qué habrán pensado de mí? ¿Será esto lo que tengo que estudiar? ¿Será muy difícil? ¿Será muy fácil?

Pero al llegar a la puerta de mi casa, me di cuenta que no tenía que adelantarme a los hechos. Todas esas preguntas que tenía en mi cabeza, algún día iban a encontrar su respuesta. 


                                  El primer día en el Tobar
                                                                por Gisela Montañana

Lunes 14 de Marzo.
Comenzó en el Tobar el curso propedéutico que da inicio al ciclo lectivo 2011.
Con el tiempo justo (cosa que me sucederá durante todo el año) llego al lugar de la cita.
Traigo, en mi mochila, no sólo cuadernos sino también un sinfín de interrogantes, miedos e inseguridades.
Entro en un salón casi colmado en su totalidad por chicas y algunos pocos chicos, todos ellos muy jóvenes.


Siento en un primer momento esa barrera generacional que me dice ¡qué estás haciendo acá! Realizo un paneo general tratando de hacer un sobrevuelo con la mirada por todo el lugar buscando desesperadamente ese “mi lugar”. Por fin lo encuentro. Estabas allí sola, esperándome. La única silla que quedaba a pocos pasos de la entrada. Me dirijo a ella presurosa, como intentando que mi llegada pase desapercibida.
Durante el tiempo que dura este primer día de clases, me decidí a escuchar a los distintos docentes y autoridades que hacen su presentación.
Trato de escribir algo en mi cuaderno, pero sólo logro anotar palabras sueltas: materias por promoción; cuotas; planificación; futuro…
En el transcurso del encuentro, comencé a sentirme más cómoda, más relajada.
Mis años ya no me parecían tantos y, el hecho de que mi compañera circunstancial de banco se llame igual que yo, me daba la sensación de que las distancias se acortaban. Aunque con mi pregunta -¿cuántos años tenés?- dejé de manifiesto que el fantasma de sentir que había desperdiciado muchos años de mi vida volvía, pero creo que ya no con la misma fuerza como al comienzo.
Ahora ya me sentía parte de este nuevo lugar.



Muerte a la siete
                                                       por Alonso Villanova

Corría el día quince del mes de febrero, tarde calurosa en Concepción del Uruguay. 
Era el primer día de clases de Alonso, un joven urdinarraense, que teniendo su lugar, su trabajo en la ciudad natal, decide estudiar el Profesorado de Arte en el conocido Instituto C. Tobar García. El joven sale de su casa a las seis y veinticinco de la tarde, emprende su camino hacia la facultad. Su mochila  va cargada con un cuadernillo, unas lapiceras y el mate, y,  entre ellos, algunos sueños y expectativas. 


Mientras camina, presiente que alguien sigue su paso. Observa hacia atrás y a los costados, sin embargo no ve a nadie. Él siente esa presencia. El calor y la inquietud empiezan verse en su rostro.

Apura su paso; llega hasta la plaza principal; disimula, aminora la marcha; y sigue.

El sol se refleja en su pálida tez.

Al llegar a la puerta, de un golpe cae abatido en la vereda. Todos seguían su rumbo, algunos ansiosos, otros alegres, o con cara de susto pero nadie lo veía. Sus ojos buscaban miradas, pero ninguna respondía su auxilio.
Moribundo, agonizante, se encontraba el cuerpo del joven urdinarraense frente al instituto.

La muerte lo busca a las siete en punto: la hora de entrar a clases.

Ese joven profesional, cargado de conocimientos, con una vida laboral realizada, con sueños concretados, ha muerto, y da paso a un joven estudiante, con ganas de recibir y aprender, afianzar sus sueños en la educación y en el arte, establecer nuevos lazos con él mismo y con el resto.


                         ¡Y llegaron los de Artes Visuales!
                                                           por Carla Van Opstal


A principios de abril del 2011, luego de finalizar el curso propedéutico en el Instituto Tobar García, donde más o menos era visible que, por afinidad seguramente, se habían conformado grupos dentro del curso -por lo menos en nuestra carrera de Educación Especial-, empezarían a cursarse las clases normalmente.  Era una gran expectativa para todos poder experimentar qué era eso que tanto dicen todos que, si es tu vocación y lo haces con ganas, te va a ir bien.
Enterarnos que saldríamos a las 10 de la noche todos los días, fue una gran revolución; y enterarnos que tendríamos horas compartidas en las materias de filosofía, pedagogía, historia, taller de oralidad, escritura y Tics, con los alumnos de Artes Visuales, nos produjo mucha inquietud a todos.


El primer día que entraron –“esos desconocidos”- , la gran pregunta fue ¿cuál iba a ser la reacción de todos? Por el hecho de que somos dos profesorados distintos, pero el resultado de la expectativa fue buena: hubo buena química como quien dice, muy buena onda y predisposición por parte de ellos y de nosotros.
Las horas compartidas tratamos que sean lo más amenas posibles para todos, con unos mates y charlas entre medio; y hoy se puede decir que tenemos una muy buena relación.
Las clases están buenas, porque debatimos entre todos y emitimos nuestras opiniones y, aunque diferimos un poco, no es el problema, porque nos respetamos los diferentes puntos de vista y los aceptamos.
Los profesores nos ayudan mucho en ese sentido, quieren que las dos carreras hablen y expresen sus opiniones, porque es interesante y aparte para que nos conozcamos más y compartamos nuestra forma de ver las cosas desde diferentes temas.
Esperemos que esta relación entre la carrera de Educación Especial y Artes Visuales siga así, porque nos queda mucho por seguir vivenciando juntos, y mucho camino por recorrer.


 
        Mis compañeros, esos perfectos desconocidos
                                                                          por Amira Amarillo

Era una tarde muy calurosa del mes de marzo en Concepción del Uruguay. Transcurría el primer día del curso introductorio, en el Instituto de Formación Docente “Dra. Carolina Tobar García”, donde se había inscripto, para continuar sus estudios académicos, en el Profesorado de Artes Visuales. Pasó a buscar a algunas compañeras del secundario que también estudiarían en esta institución, pero no compartirían su especialidad; al menos no experimentaría esa fea sensación de ingresar sola a un lugar desconocido, lleno de personas desconocidas. Con mucho entusiasmo entró al lugar donde muy pronto pasaría largas horas estudiando; un establecimiento con muchas aulas y un patio pequeño, pero acogedor, donde ya se imaginaba disfrutando de los sagrados recreos.
Algo llamó su atención. Un aula muy grande, algo similar a un salón de actos, un alboroto de personitas sentadas en bancos dispuestos en fila y mirando hacia adelante, una autoridad parada al frente de los alumnos preparando su clase, y algunos bancos vacíos en el fondo. Entonces se apuró y entró allí observando muy detenidamente las caras de esos desconocidos. Se encontraban todos los alumnos de primer año de los profesorados de Educación Inicial, Educación Especial y Artes Visuales; eran alrededor de ciento cincuenta alumnos.  ¿Quiénes serían sus compañeros de curso? Rápidamente puso su mochila en una silla, para no perder el lugar. Comenzó la clase, y todos expectantes y curiosos. Para decepción de muchos y alegría de otros tantos, esta primera clase no tuvo nada de interesante: se presentó todo el personal que estaba a cargo del Instituto, y se expusieron algunas cuestiones prácticas a tener en cuenta a lo largo del ciclo.
Llegó el tercer encuentro y los separaron por especialidad, de manera que pudieran conocerse entre sí. Ahora se encontraban en aula muy pequeña todos “los de Arte” y tres profesoras especializadas en el tema. Era un lugar diferente a las aulas que durante toda su vida escolar había transitado: las paredes estaban pintadas de de diferentes colores, de una manera muy original, y en ellas estaban colgados algunos cuadros muy artísticos. En el fondo había una mesada, una pileta y unas canillas, y una cocina que funcionaba perfectamente. Todos se miraban muy sorprendidos. Claro, estaban frente a frente con quienes serían sus compañeros durante cuatro años, compartiendo experiencias nuevas que nadie imaginaba. Se había roto aquel seudónimo con el que había llamado a sus compañeros: “esos perfectos desconocidos”, ya que se hallaba con alrededor de veinte chicos de muchas ciudades, de diversas edades, de distintos colores de pelo, de diferentes ideologías. Se dispusieron todos en ronda, para que pudieran verse sin dificultades y, como muchos suponían, las profesoras decidieron comenzar la clase con la presentación de cada uno: nombre y apellido, edad, ciudad, y expectativas para esta nueva etapa. La ronda de presentación terminó, y la clase continuó normalmente. Ahora se encontraba junto a veinte personitas conocidas con nombre, apellido y algo más, a las que habría de conocer mucho más; pero ya no eran desconocidos, eran sus nuevos compañeros de “primero Arte”.